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domingo, 6 de junio de 2010

Tailandia: El día después

Soldado del ejército tailandés, en plena crisis en el norte del país, durante el mes de abril

Los hechos recientemente sucedidos en este país asiático, a pesar de ser sorpresivas para el mundo, se trató casi de un hecho inevitable: Un episodio de violencia extrema por el choque de las fuerzas políticas de un régimen con poca legitimidad, y los partidarios del anterior gobierno. Recomendamos para entrar en tema leer este artículo, fechado el 30 de julio de 2009, en donde contextualiza lo recientemente sucedido.

La mecha que hizo explotar de violencia Bangkok fue la marcha atrás del actual primer ministro Abhisit Vejjajiva, junto a sus partidarios “camisas amarillas” o Alianza del Pueblo por la Democracia, de llamar elecciones adelantadas para noviembre de este mismo año. Los “camisas rojas”, partidarios del anterior gobierno, cuyo primer ministro era Thaksin Shinawatra, tomaron 3 kilómetros a la redonda de los edificios más lujos del centro de Bangkok, incluyendo la Bolsa de Comercio y varios otros edificios emblemáticos de la ciudad, sucedido durante finales del mes de marzo.

Durante este mes ya empezaban a chocar ambas fuerzas (El ejército tailandés y los camisas rojas), lo que para el 16 de mayo pasado ya se contabilizaban 33 muertos. Vale aclarar que se pidió una intervención de la ONU de parte de los camisas rojas, la cual fue rechazada por el oficialismo al tratar este como un “problema interno”.

El 17 de mayo moría el general rebelde Seh Daeng, en situación aún a aclarar, siendo asesinado durante una entrevista con un periodista. Las acusaciones de los rebeldes al gobierno son obvias, pero este desmiente cualquier involucramiento en la situación.

El 19 de mayo, el gobierno de Vejjajiva mandó un ultimátum a los partidarios de Thaksin, el cual fue rechazado. La violencia aumentó: 6 muertos más, incluyendo un fotógrafo extranjero, y 58 personas heridas, incluyendo el incendio de por lo menos 20 edificios, entre los que se encontraban la Bolsa y el Central World, el mayor centro comercial de Asia.

Para el 20 de este mismo mes, las fuerzas rebeldes ya habían sido dispersadas, la mayoría de ellas protegiéndose en un templo budista de la zona. Se contabilizan ya más de 40 muertos.

Los líderes de este movimiento rebelde eran, además del ya citado general rebelde asesinado, Weng Tojikarang, ex afiliado al partido comunista, Veera Musigapong, ex miembro de Thai Rak Thai, Jaturom Prompham, Natthawut Saikua, que fueron ya reprendidos por la policía y serán sometidos a juicio. Sin embargo dos líderes, Arisman Pongruangrong, una estrella pop de los 80, Suporn Atthawong, aún no han sido capturados.

Si bien la crisis ha sido solucionada en el corto plazo, y a un costo altísimo, los problemas políticos del país parecen estar lejos de solucionarse, ya que el gobierno aún posee una legitimidad muy baja, y si bien los hechos de violencia sucedieron esta vez en la capital, las regiones norte y nordeste del país (pobres pero con mayoría poblacional) son aún adherentes en su mayoría al ex primer ministro Shinawatra, y aún se registran hechos de violencia, si bien por ahora aislados, muy peligrosos.

Como dijo Anusart Suwangmonkol, senador a favor del gobierno actual: “Fue trágico (…) Ayer fue el día más trágico en mi memoria; inclusive en la historia tailandesa. Nadie ganó nada. Nadie ganó. El país perdió”.

Por: Christian Sandoval