En el mundo político internacional encontramos un enorme número de conflictos, actores e instituciones, que le da mucha complejidad y amplitud al mismo, dificultando su comprensión. Además, este mismo pluriverso no es estático, por lo que aparecen constantemente nuevos factores, lo que hace aún más ardua la tarea de su entendimiento. Este espacio es una herramienta para comprender y actualizarse constantemente. Te invitamos a sumarte a Coordenadas. Sabé qué pasa en el Mundo.





lunes, 7 de septiembre de 2009

EL FRACASO DE LA CUMBRE SUDAMERICANA

La cumbre sudamericana de carácter extraordinario celebrada en la ciudad de San Carlos de Bariloche no ha sido más que, como tantas otras reuniones de los Jefes y Jefas de Estado del hemisferio, un encuentro anecdótico. Los países del Cono Sur no han podido solucionar las asperezas ocasionadas por los sucesos en torno a las bases militares estadounidenses en territorio Colombiano. O, mejor dicho, las bases que ostentan los colombianos y proponen ceder para que los norteamericanos puedan utilizarlas, avalando la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, entre otras cosas.

La ciudad de Bariloche, fuertemente custodiada por unos 3000 efectivos de las fuerzas armadas argentinas, así como también gendarmería y policía federal, fue escenario del expectante encuentro. Se llevarían a cabo resoluciones para determinar el futuro del pacto militar entre Colombia y Estados Unidos, que ante tanta perspectiva, no han logrado dictaminar una medida que deje sin efecto dicho convenio.

En tanto que comenzó la discusión, los presidentes miembros se limitaron a abarcar el tema previsto para esta reunión extraordinaria. Es importante recalcar que este tema había ocasionado varios descontentos por parte de los mandatarios Hugo Chávez y Evo Morales, así como también el ex dictador Cubano, Fidel Castro. Por su parte Chávez, quien habría sido el propulsor de la cumbre extraordinaria, pretendiendo imponer su postura frente al presidente Uribe, presento una “carta abierta” proponiendo cesar cualquier tipo de relación unilateral por parte de los países miembros de la UNASUR con el país colombiano, afirmando que las bases operativas militares que operan en el continente Sudamericano suponen un riesgo de carácter beligerante para los demás países.

Por otro lado, Evo Morales planteó en su discurso una condena abierta por parte de UNASUR a la presencia militar de Estados Unidos en Colombia. Sin embargo careció de consenso por parte de los integrantes del organismo, ya que el mismo hubiese provocado una ruptura del bloque regional y una recaída en las relaciones sudamericanas.

Por otra parte, Lula da Silva, presidente de la República Federativa de Brasil, ha sido uno de los principales actores del conflicto, teniendo en cuenta su imponente hegemonía como potencia de carácter internacional que ostenta frente a sus pares del hemisferio Sur. El primer mandatario brasilero propueso fortalecer al organismo como espacio de debate para los problemas regionales, ya que aspira convertir al bloque en interlocutor viable para negociar con Estados Unidos y Europa.

El presidente colombiano Álvaro Uribe, ha sido el gran protagonista de la Cumbre. Habiendo sido atacado por algunos de sus colegas para que desistiera de establecer las bases militares en su territorio, puesto que las mismas ocasionarían una fuerte amenaza para la región, sólo se limitó a confirmar el acuerdo que había pactado con su par de Estados Unidos. Ante esto, el presidente del Brasil le instó a exigir garantías jurídicas para observar que el control que Colombia ejerza sobre las bases militares no avasalle la soberanía de cada país del continente.

Concluyendo el acontecimiento, no se logró emitir un documento final que constate una resolución concreta para determinar la viabilidad de la reunión. Sí se logró mantener como espacio de debate para los doce países que integran el bloque sudamericano UNASUR, que probablemente tenga un desenvolvimiento determinante en la próxima coyuntura y logre influir directamente en la resolución de los conflictos sin la necesidad que se disgreguen las relaciones entre los estados.

Por: Ramiro Claut