Una Promesa Rota en el Congo.
De Eve Ensler para el Washington Post
Traducción de Sebastián Perdomo
Hace poco mas de un año, al responder si la violencia sexual dentro de un conflicto era una cuestión que el Consejo de Seguridad de la ONU debía tratar, la entonces Secretaria de Estado Condoleezza Rice proclamo ‘‘Estoy orgullosa de que, hoy, respondemos a esa pregunta con un resonante ‘Si!’ ’’. Con esta declaración, y con la cooperación del resto de los poderosos, el Consejo de Seguridad adoptó unánimemente la resolución 1820, la cual reconoció finalmente a la violencia sexual como una estrategia de guerra ampliamente empleada, y despejo el camino para que el Consejo pudiera responder a ella a escala global.
El Secretario General del la ONU, Ban Ki-moon, informó el 30 de junio sobre la implementación de la resolución 1820. ¿Qué se aprendió? Que después de un año de adoptar la resolución, el Congo se mantiene como el peor lugar en el planeta para las mujeres. Por 12 años ya, en una guerra económica regional por recursos, cientos de miles de mujeres y niñas han sido violadas y torturadas, y sus cuerpos destruidos por actos inimaginables. La implementación de la resolución 1820 en el Congo por parte del Consejo de Seguridad ha sido un total fracaso.
La violación como un arma de guerra ha incrementado en el Congo Occidental desde Junio del 2008. En Enero, se lanzaron operaciones militares en Kivu del Norte con el supuesto objetivo de arrestar al líder rebelde Laurent Nkunda y neutralizar sus tropas, como también al FDLR, las tropas genocidas de los Hutu rwandeses. Incluso ahora, con la Resolución 1820 sancionada, nadie tiene consideración por las mujeres. Anneke Van Woudenberg, perteneciente a la organización ‘Human Rights Watch’, informo apenas regresó de las líneas frontales en el Norte y Sur de Kivu, que en casi todos los centros de salud, hospitales y centros de ayuda que visito, los casos de violaciones sexuales se habían duplicado o triplicado desde Enero.
Las violaciones sexuales continúan siendo cometidas con casi absoluta impunidad. Mientras que el numero de procesamientos criminales aumento marginalmente, solo los soldados de bajo rango están siendo procesados. Ni un solo comandante u oficial por encima del rango de Mayor ha sido encontrado responsable en todo el Congo. Las violaciones perpetradas por el Ejercito Nacional están incrementando también. MONUC, la operación de la ONU para el mantenimiento de la paz, esta no solo permitiendo que los perpetradores continúen impunes, sino que esta proveyéndolos de apoyo logístico para sus movimientos en el territorio. Una lista negra de criminales de guerra y violadores que fueron comandantes en operaciones actuales ha sido presentada al Consejo de Seguridad, quien la entrego al presidente Joseph Kabila. A pesar de la evidencia incriminante, ninguno de los comandantes fue removido. La resolución 1820 debía supuestamente lograr una ONU más sensible a la cuestión de la violencia sexual. ¿Cómo es posible que durante este ultimo año, las Naciones Unidas se han convertido en cómplices al permitir violadores como comandantes de sus operaciones?
De todos modos, el encubrimiento de lo sucedido en el Congo esta en marcha. El Secretario General aplaudió el éxito de las operaciones el 8 de Marzo, en un comentario al Internacional Herald Tribune. ¿Éxito para quien? ¿Para Chantal, una niña de 3 años que fue violada de manera tan brutal que murió en su camino al hospital? Todas sus hermanas fueron violadas, también.
La Resolución 1820 debe ser aplicada con seriedad por el Consejo de Seguridad, y por el Secretario General. Arrestos deben ser realizados inmediatamente, apresando conocidos violadores y criminales de guerra en los niveles más altos. Las Naciones Unidas deben dejar de apoyar las acciones militares, porque ya no tienen sentido en el Congo. Y las razones económicas que son la raíz de la guerra deben ser tratadas junto con los líderes de los países de la región de los Grandes Lagos Africanos, quienes utilizan la violencia para obtener beneficios de los minerales congoleños, como también lo hacen sus socios corporativos occidentales. Ellos, también, deben rendir cuentas por esas atrocidades.
El Presidente Obama y la embajadora para la ONU Susan Rice deben enviar un mensaje claro al mundo. Esta en el poder de EEUU, como miembro del Consejo de Seguridad, el lograr impulsar medidas para terminar con la impunidad y para lograr una paz duradera a través de una cuidadosa diplomacia para el pueblo del Congo.
Algunos días atrás, me senté en una cabaña oscura con 30 sobrevivientes de violación. Estas mujeres habían huido de sus pueblos luego de ser brutalmente aterrorizadas, y casualmente se encontraron. Se han unido en un grupo llamado ‘No me Suicidare Hoy’. Las mujeres del Congo Occidental están siendo violadas ahora mismo. ¿Qué se necesita para que las Naciones Unidas finalmente hagan algo para detener la violencia? Las mujeres están esperando.
Eve Ensler, escritora y activista, es la fundadora de ‘V-Day’, un movimiento global para poner fin a la violencia hacia mujeres y niñas.