Honduras, oficialmente República de Honduras, es un país centroamericano con un gobierno republicano presidencialista. Las ciudades de Tegucigalpa y Comayagüela, conjuntamente, constituyen la capital de la república.
El artículo 4 de la Constitución de la República de Honduras establece que “la forma de gobierno es republicana, democrática y representativa. Se ejerce por tres poderes: legislativo, ejecutivo y judicial, complementarios e independientes y sin relaciones de subordinación. También añade que la alternabilidad en el ejercicio de la presidencia de la República es obligatoria, y que la infracción de esta norma constituye delito de traición a la Patria.”
La moda de repetir mandatos presidenciales saltándose la ley o modificándola al antojo del que manda se extiende en Latinoamérica. Y no es sólo cosa de caudillismos izquierdistas, véase el caso colombiano. Ahora ha llegado de manera especialmente cruda a Honduras, el país centroamericano devastado hace 10 años por el huracán Mitch. La crisis constitucional que enfrenta al presidente con los otros poderes del Estado se ha degradado en los últimos días, mantiene a los soldados en las calles y motivó reuniones urgentes de la OEA.
Manuel Zelaya, actual presidente elegido democráticamente en Honduras, asumió el poder en 2006 -su gestión termina el 27 de enero de 2010- y recientemente impulsó un proyecto convocando a referéndum para modificar el artículo de la Constitución que limita su mandato y permitir la reelección. La Corte Suprema de Justicia se opuso al referéndum y, ante la insistencia de Zelaya, el Ejército hondureño lo derrocó, y el Congreso dispuso como nuevo presidente a Roberto Micheletti, presidente del mismo; en lo que se convirtió en el primer golpe de Estado en América Central, después de la guerra fría.
Zelaya había destituido el miércoles 24 de Junio al más alto jefe militar del país y aceptado la renuncia del ministro de Defensa, Edmundo Orellana, luego de que las fuerzas armadas se rehusaran a movilizar urnas para la consulta del domingo 28.
Sin embargo, horas después, la Corte Suprema de Justicia ordenó la restitución del jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, el general Romeo Vásquez, por considerar que no había razón justificada para su destitución.
Minutos después, Zelaya salió desafiante al exterior de la casa presidencial, donde había convocado a sus seguidores, para asegurarles que la consulta se realizará a pesar del desacuerdo de los militares, sectores de su partido e incluso de la Iglesia Católica.
El golpe de estado se concretó cuando en la mañana del 28 de Junio Zelaya fue secuestrado de su casa por un grupo de militares, bajo ordenes de la Corte Suprema, para ser luego deportado a Costa Rica. Dicho hecho perpetrado en Honduras se convierte en un antecedente peligroso y resulta coherente y fundamental la reacción inmediata.
Restablecida la normalidad, deberán ser los mecanismos institucionales los que deban decidir si Zelaya desoyó o no lo determinado por la Corte Suprema de Justicia y será el Congreso quien establecerá los futuros pasos a seguir.
El presidente Zelaya ha declarado reiteradamente su ambición de regresar al país. Esto quedo manifiesto en el intento frustrado de retorno el Lunes 6 de Julio en el que los 30.000 a 50.000 honduleños que esperaban al presidente vivieron una fuerte represión por parte del gobierno de facto que bloquó la pista de aterrizaje , resultado incluso en dos muertes.
Por otro lado, la comunidad internacional ha manifestado en varias oportunidades su rechazo hacia el nuevo gobierno. La Organización de Estados Americanos (OEA) ha decidido suspender a Honduras en el organismo e Interpol se ha negado a intervenir, alegando que los crimenes de los que es acusado Zelaya son de caracter político.
Asimismo, los presidentes de americanos han hecho declaraciones en contra del nuevo gobierno, y el gobierno de los Estados Unidos recibirá al presidente Zelaya en una reunión que tendrá hoy con la Secretaria de Estado Hillary Clinton, demostrando así el apoyo al gobierno constitucionalmente constituido.
Ante esta situación, el presidente de la Corte Suprema de Justicia de Honduras, Jorge Alberto Rivera Avilés, declaró ayer que Zelaya podría volver al país si el Congreso le concede una amnistía Política.
Finalmente, en su última declaración el mandatario interino Micheletti ha aceptado la mediación ofrecida por presidente de Costa Rica y Premio Nobel de la Paz, Oscar Arias, para la resolución del conflicto.
Las afirmaciones del presidente constitucional Manuel Zelaya, asegurando que el referéndum sobre la reelección no era vinculante, que no piensa buscar su reelección cuando finalice su mandato y que la modificación constitucional será competencia de otro gobierno, pasan a formar parte casi de una anécdota. Lo que no se puede concebir es que haya sido obligado a salir del poder a través de un golpe de Estado encabezado por una fuerza armada, como el Ejército, cuya función esencial es la de defender al país de cualquier agresión externa, sin ninguna posibilidad de intervención en cuestiones políticas.
Por: Andrea Strauss
Julia Rubio
Fuentes:
http://www.lanacion.com/
http://ar.reuters.com/article/topNews/idARN0732335420090707
http://www.cope.es/mundo/07-07-09--presidente-corte-suprema-justicia-honduras-sugiere-como-solucion-una-amnistia-zelaya-66150-2
http://www.elsalvador.com/
http://www.clarin.com/
http://www.latribuna.hn/
http://www.losandes.com.ar/notas
http://www.elpais.com/
http://www.americaeconomia.com/293233-Crisis-en-Honduras-por-consulta-sobre-reeleccion.note.aspx