La ya famosa imagen del hombre anónimo en frente de los tanques del Ejército Popular de Liberación
El 4 de junio de este mismo año, en dos ciudades diferentes de un mismo país, vemos claramente dos realidades diferentes: En Beijing, sede de la famosa plaza, parece ser un día más, excepto por la fuerte guardia policial establecida en las cercanías de Tian’anmen para evitar cualquier intento de conmemoración de los hechos. La historia es absolutamente diferente en la semiautónoma ciudad de Hong Kong: Una protesta récord se registró en las calles, solo superada por los actos surgidos a 10 años de este hecho. Los organizadores estiman unas 150.000 personas en la protesta, mientras que la policía, unos 80.000.
Ahora ¿Qué fue lo que pasó en la plaza de Tian’anmen hace 20 años? Las respuestas son confusas al día de hoy, sin embargo lo cierto es que se trato de la más importante protesta en contra del régimen chino imperante, por lo menos desde las protestas que expulsaron a “la Banda de los Cuatro” en 1976. El 4 de junio de 1989 se marca como la finalización de una gran protesta de trabajadores y estudiantes mediante el uso de la fuerza por parte del Ejército Popular de Liberación Chino.
Para entender los hechos sucedidos hay que remitirse al funeral de una persona que funcionó como disparador: Hu Yaobang. Hu, uno de los pensadores más liberales de la Revolución China (sobre todo en cuanto a las libertades de expresión y de prensa), fallece el 15 de abril de 1989, con gran parte de su reputación dentro del Partido Comunista de China disminuida por su incapacidad de manejar las protestas estudiantiles de 1986, que causó su dimisión como Secretario General del Partido. A pesar de ello, gran parte de sus ideas fueron tomadas por estudiantes universitarios.
Solo la presión pública logró que Hu fuera enterrado como un funeral de Estado con los líderes del partido, y con una muy lenta reacción del gobierno. El descontento de algunos estudiantes universitarios ante la inacción del gobierno, y empezaron a formarse pequeñas protestas por la revisión de Hu como figura dentro de la visión oficial. Si bien estas fueron de poca intensidad, fue incrementándose por varios factores, siendo el más importante el control y opinión del gobierno sobre la prensa. Para el 26 de abril, una acusación del Diario del Pueblo contra los estudiantes, acompañado de un discurso interno de Den Xiaoping, provocó un enfurecimiento generalizado en este sector de la población, para que el 29 de abril ya se sumaran unos 50.00 estudiantes, abogando ya por el poco alcance de las reformas liberales del gobierno de Xiaoping, pidiendo ya por mayores libertades e inclusive por la dimisión del gobierno y el establecimiento de un régimen democrático (Muchos sabiendo del proceso llamado “glasnost” iniciado por Gorbachov en la URSS).
A pesar de que las protestas inicialmente solo fueran llevadas a cabo por estudiantes e intelectuales, otro sector se unió a la protesta: trabajadores urbanos tanto industriales como de servicios. A pesar de que el discurso estudiantil abogaba por una mayor liberalización, el de estos era justamente lo contrario, que este proceso ya había ido demasiado lejos, por el alza de las tasas de inflación y desempleo. Sin embargo, compartían con los estudiantes un punto de crítica: La corrupción del gobierno chino. Esto, y la invocación de ciertos arquetipos por los estudiantes (Movimiento del 4 de mayo de 1919, las ya citadas protestas en contra de “La banda de los Cuatro en 1976) fueron sustento suficiente para unirse a las protestas. Este punto, el de intereses diferentes entre estos dos actores, sería uno de los factores del accionar del ejército chino.
Para el 4 de mayo, 100.000 estudiantes y obreros marchaban por las calles de Pekín y para el 13 de mayo, grandes grupos ya ocupaban la plaza de Tian’anmen. Estas protestas siguieron durante todo el mes ante la inacción del gobierno chino ante dos grupos con intereses encontrados. Para el 30 de mayo, se erigía en la plaza una estatua a la “Diosa de la Democracia”.
Ya el 20 de mayo se había declarado ley marcial, sin embargo la ya conocida represión del Ejército Chino no llegaría hasta el 4 de junio. Técnicamente en la plaza misma no se registró ningún muerto ni dentro de los grupos en protesta, ni dentro de las divisiones 27 y 28 del Ejército Popular de Liberación, sin embargo, si se registraron bajas en las calles de Beijing. Las fuentes son varias, y por eso al día de hoy es difícil establecer una cifra aproximada cierta de la cantidad de muertos y heridos: Oficialmente (y también según la CIA) la cifra no supera los 600, sin embargo, la Cruz Roja asegura un total de 2.600 muertos.
El impacto hasta el día de hoy tiene varias aristas: Primero, la liberalización de índole política jamás llegó, hasta nuestros días, a China. Segundo, muchos de los líderes de la protesta pasaron, y siguen estando, en el exilio a diversos países: Taiwán, EEUU o Francia. Tercero, el gobierno norteamericano y de la Unión Europea llevan a cabo un embargo armamentístico sobre el gobierno chino, que dura hasta nuestros días, sin indicios de cancelarse, que retrasan el avance tecnológico militar chino.
El pasado 4 de junio, junto a las protestas en Hong Kong, otro dos hechos deben remarcase: El Presidente de Taiwán Ma Ying-jeou, a pesar de acercarse cada vez más a la China Continental pidió por el reconocimiento de este hecho por parte del gobierno oficial comunista. El gobierno norteamericano, mediante su Secretaria de Estado, Hillary Clinton, pidió la publicación de los nombres de los muertos, desaparecidos y aprisionados para que el gobierno y la sociedad china “aprendan y sanen”.
Las revueltas de Tian’anmen, a pesar de haber finalizado hace ya 20 años, todavía tiene enormes consecuencias en el mundo actual, y sobre todo, sobre la económicamente pujante nación china.
Por: Christian Sandoval
Fuentes:
http://www.bbc.co.uk/
http://www.nytimes.com/
http://es.wikipedia.org/
http://www.guardian.co.uk/
http://www.lanacion.com.ar/