PERFIL DE LATINOAMERICA
Latinoamerica es la región americana que nuclea a los países de América del Sur, América Central, el Caribe y México. En esta región la lengua predominante es el español, en segundo lugar el portugués y también se habla francés en algunas de las islas del Caribe. Esto nos remite al pasado en común que tienen los países latinoamericanos que cayeron bajo el colonialismo europeo del siglo XV y XVI el cual impuso las lenguas que hasta el día de hoy se hablan y la religión católica que también sigue estando presente como la religión más profesada en América Latina, aunque hoy también podemos mencionar otras religiones como el protestantismo. Las religiones indígenas también están presentes hoy en día en aquellos países donde la cultura indígena se pudo conservar con mayor fuerza, como México, Perú, Bolivia y Guatemala. La mayoría adquirieron su independencia antes de 1850, aun que hay algunas excepciones como Panamá que lo hizo en 1903 o Belize que se independizó del Reino Unido recién en 1981.
Estos países se caracterizan por la marcada desigualdad social, expresados en índices de gini cuyos valores rondan entre el 40% y el 60%, exceptuando Cuba en donde casi no hay desigualdad por su régimen comunista.
La población es muy heterogénea. Se puede encontrar personas de origen indígena, europeo, afroamericanos y asiáticos. La mayoría de la población latinoamericana es rural. Como la educación rural es la más ineficiente, a muchas personas se les dificulta el acceso a ella. “En la actualidad, más de 15 millones de niños en estas edades (de 3 a 6 años) están sin escolarizar en América Latina. Una situación que varía de acuerdo al país. En Cuba, Argentina, Uruguay, México, Chile o Ecuador las tasas de acceso son altas, mientras que en otros países como Nicaragua, El Salvador, República Dominicana, Honduras o Guatemala, más de la mitad de los niños no va a la escuela.”[1]
Con respecto a las tendencias políticas, según Carlos Moreira, las políticas neoliberales de los años 80 y 90 “comenzaron a generar un amplio consenso opositor y a comienzos del siglo XXI con el ascenso de Hugo Chávez al gobierno de Venezuela, se produjo un giro en la orientación política del continente”[2] . Este proceso se consolidó con “Lula en Brasil y Kirchner en Argentina en 2003, Vásquez en Uruguay y Morales en Bolivia en 2005, Ortega en Nicaragua y Correa en Ecuador en 2006, a los que se agregaron Lagos y Bachelet en Chile en 2000 y 2006 respectivamente”.[3] Si bien es innegable la irrupción de los gobiernos de izquierda en América Latina, también podemos encontrar otros de tendencia más de derecha como Álvaro Uribe en Colombia, Alan García en Perú y Martinelli en Panamá. El criterio para diferenciar a un gobierno de derecha con otro de izquierda que resulta más preciso y completo, es el que toma Carlos Moreira cuando habla de los dos modelos, el de Bogotá y Caracas. El menciona como elementos de comparación a “la institucionalidad democrática, la justicia social, las relaciones entre estado y mercado y la integración al mundo”[4].
Estos países se caracterizan por la marcada desigualdad social, expresados en índices de gini cuyos valores rondan entre el 40% y el 60%, exceptuando Cuba en donde casi no hay desigualdad por su régimen comunista.
La población es muy heterogénea. Se puede encontrar personas de origen indígena, europeo, afroamericanos y asiáticos. La mayoría de la población latinoamericana es rural. Como la educación rural es la más ineficiente, a muchas personas se les dificulta el acceso a ella. “En la actualidad, más de 15 millones de niños en estas edades (de 3 a 6 años) están sin escolarizar en América Latina. Una situación que varía de acuerdo al país. En Cuba, Argentina, Uruguay, México, Chile o Ecuador las tasas de acceso son altas, mientras que en otros países como Nicaragua, El Salvador, República Dominicana, Honduras o Guatemala, más de la mitad de los niños no va a la escuela.”[1]
Con respecto a las tendencias políticas, según Carlos Moreira, las políticas neoliberales de los años 80 y 90 “comenzaron a generar un amplio consenso opositor y a comienzos del siglo XXI con el ascenso de Hugo Chávez al gobierno de Venezuela, se produjo un giro en la orientación política del continente”[2] . Este proceso se consolidó con “Lula en Brasil y Kirchner en Argentina en 2003, Vásquez en Uruguay y Morales en Bolivia en 2005, Ortega en Nicaragua y Correa en Ecuador en 2006, a los que se agregaron Lagos y Bachelet en Chile en 2000 y 2006 respectivamente”.[3] Si bien es innegable la irrupción de los gobiernos de izquierda en América Latina, también podemos encontrar otros de tendencia más de derecha como Álvaro Uribe en Colombia, Alan García en Perú y Martinelli en Panamá. El criterio para diferenciar a un gobierno de derecha con otro de izquierda que resulta más preciso y completo, es el que toma Carlos Moreira cuando habla de los dos modelos, el de Bogotá y Caracas. El menciona como elementos de comparación a “la institucionalidad democrática, la justicia social, las relaciones entre estado y mercado y la integración al mundo”[4].
Por: Martina Zubaran