¿Qué tan lejos estamos de que se cumpla el sueño de Mandela? Por lo pronto, el 2009 parece traernos una respuesta negativa mientras que varios de los Estados parte del continente africano sigan sumidos en crisis de distintos tipos.
Somalia carga con 18 años de Gobierno de Transición, sin poder salir de su guerra civil (entre los islamistas moderados, en el poder, y los insurgentes islamistas extremistas, los shebab, opuestos al gobierno) y consecuentemente una anarquía política desde que en 1991 cayó su gobierno central.
Actualmente, debe también lidiar con la creciente actividad pirata que se lleva a cabo frente a sus costas, una de las áreas de navegación más transitadas del mundo. El conflicto, lejos de resolverse parece sólo tomar dimensiones cada vez más conflictivas: En 2008, los piratas somalíes capturaron 42 embarcaciones y recibieron 150 millones de dólares en rescates, de los cuales todavía 18 barcos y 270 tripulantes siguen en manos de los piratas. “Vamos a intensificar nuestros ataques, incluso muy lejos de las aguas somalíes, y la próxima vez que agarremos a un norteamericano, que no esperen ninguna piedad de parte nuestra" Declaró el jefe del grupo pirata, Abdi Garad, a la vez que juró vengarse luego que un rehén estadounidense fuera rescatado.
Sudán, por otro lado, presenta una situación política que demanda acuciantes soluciones. Mientras el conflicto de Darfur continúa, en donde los yanyauid (grupos árabes paramilitares) se arremeten contra las facciones rebeldes del Movimiento de Liberación de Sudán (MLS) y Movimiento Justicia e Igualdad (MJI) a pesar de los acuerdos de paz firmados en el 2006; la región autónoma de Sudán del Sur, gobernada por el Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudan (MLPS), ve multiplicarse sus problemas – déficit producto del declive en los ingresos por exportación de petróleo; saqueo de ganado, casos de corrupción, etc. – a la vez que se concentra en el referéndum a realizarse en el 2011 que determinará o no su independencia.
Tampoco hay que olvidar que pesa sobre el presidente de Sudan, Omar Hassan al-Bashir, una orden de captura dictada por fiscal argentino Luis Moreno-Ocampo de la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de guerra y lesa humanidad en Darfur. Sudan ya ha declarado que no entregará a su presidente, quien actualmente se encuentra realizando viajes en su condición de primer mandatario. (Recordar que la obligación de extraditar a al-Bashir solo corresponde a los países miembros de la CPI)
Madagascar tampoco escapa los conflictos políticos. En el mes de marzo Marc Ravalomanana renunció a su cargo de presidente acusado de autocrático y dictatorial. Fue presionado por las fuerzas armadas malgache y el intendente de la capital – Antananarivo - y líder de la oposición, Andry Rajoelina, quien finalmente se proclamó "Líder de Transición" por dos años. Este hombre, de apenas 34 años (y es interesante considerar que la Constitución malgache determina la edad de 40 para poder acceder a la presidencia) ya ha declarado organizar las próximas elecciones y de redactar una nueva constitución para fundar la IVº República.
Sin embargo, no todo el panorama africano es altamente conflictivo.
Argelia ha consagrado como presidente por tercera vez consecutiva a Abdelaziz Buteflika, líder militar durante la Guerra de Independencia Argelina y funcionario gubernamental desde 1962 en diferentes carteras (salvo un periodo de exilio). Desde 1999 ejerce la presidencia, habiendo logrado en esta posición oficializar y legalizar la tregua con los fundamentalistas enmarcado en un Plan de Concordia Nacional, logrando asimismo pacificar a la sociedad argelina.
Para poder acceder a su tercer mandato fue necesaria la reforma de la constitución, hecho que ocurrió en noviembre pasado.
Sudáfrica, por ultimo, goza de una posición predominante en el Africa septentrional. El Congreso Nacional Africano (CNA), el partido que llevó a Mandela al poder en 1994, aun permanece en el poder luego de que Jacob Zuma haya arrasado en las elecciones con el 65% de los votos.
El hecho de que Zuma haya sido acusado de corrupción y de violación parece no haber influido en los resultados obtenidos por el CNA quien no obstante, vio una caída en sus resultados en comparación a las elecciones anteriores y además no logró ocupar los 2/3 del parlamento necesarios para poder llevar a cabo sin otro apoyo que el partidario la reforma constitucional que deseaban. Un tema interesante a destacar es que Jacob Zuma es el primer presidente de la etnia Zulú en la historia de Sudáfrica (Mandela y Mbeki eran xhosas), lo cual podría tener ciertas repercusiones significativas dentro de una sociedad donde los conflictos étnicos están a la orden del día.
Mas allá de los resultados, la relevancia de estas elecciones radica en la aparición de un nuevo partido de oposición, Congreso del Pueblo (COPE en sus siglas en ingles – Congress of the People) formado con disidentes del CNA, que buscó cooptar los votos de los desencantados seguidores del CNA
Si bien el continente no muestra claras señales de ir en ninguna dirección en particular, esperamos (y este es el único juicio subjetivo que haremos en el año) que este continente maravilloso abandone el camino del odio, el autoritarismo y la corrupción, para intentar transitar el camino de la democracia, el consenso y la paz.
Por: Sebastián Perdomo
Laura Zozzolotto