Los mercados de valores europeos han alcanzado un nivel crítico al situarse sus principales índices en positivo, en lo que respecta al conjunto del ejercicio. La Bolsa española se encuentra "a un paso" de esa situación el Ibex 35 llegó a subir el 2,33%, hasta los 9.443,90 puntos, cuando se imponían estas consideraciones, pero terminó en tablas cuando las dudas sobre la solidez del sistema financiero de Estados Unidos saltaron al escenario. Al igual que en el resto de las plazas europeas, las dudas de los inversores han crecido en proporción directa a esa recuperación de los índices.
La esperada rebaja de los tipos de interés por parte del BCE solo sirvió para constatar que la economía sigue mal en Europa y que hacen falta algunas medidas de choque. Hasta aquí, la normalidad se imponía en unos mercados de valores en los que crece el convencimiento de que el actual tirón alcista de las cotizaciones puede prorrogarse algún tiempo más, en ausencia de problemas de peso.
Asimismo, el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, confirmaba que la recesión pierde fuerza y que la recuperación puede iniciarse en unos meses, aunque también advertía de que será lenta y de que la tasa de desempleo se mantendrá alta por algún tiempo. Además, alertó sobre el daño que podría hacer a la incipiente recuperación de la economía una posible recaída del sector financiero. La subida del índice de actividad del sector servicios en abril en Estados Unidos venía a confirmar las expectativas de mejora a medio plazo.
La mayoría de las plazas de la eurozona sufrió los efectos de la retirada de los inversores ante una situación que consideran conflictiva, pues la mayor parte de las últimas subidas se ha debido a las expectativas de recuperación de la economía de Estados Unidos a la que, presumiblemente, seguirá Europa unos meses después. La economía estadounidense se ha convertido así en una especie de laboratorio en el que los inversores europeos ven los efectos de los planes de ayuda y chequean los plazos de actuación. La evolución de los mercados hasta el momento no es más que la aplicación de un efecto multiplicador a la conocida capacidad de anticipación de la inversión.
Asimismo, los ministros de Finanzas de la zona del euro (Eurogrupo) alertan el riesgo de que a la crisis económica y financiera que está atravesando Europa se sume una "crisis social" provocada por el aumento desbocado del desempleo. Según las nuevas previsiones económicas de la Comisión Europea, la tasa de desempleo en los países de la moneda única escalará este año hasta el 9,9% de la población activa y el próximo llegará al 11,5%, con España a la cabeza de la clasificación (20,5% en 2010).
Lo que es necesario, según opiniones del presidente del Eurogrupo Jean-Claude Juncker, y del comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, es resolver cuanto antes el problema de los “activos tóxicos” que están lastrando los balances de los bancos y dificultando la recuperación de la confianza en los mercados.
Los ministros del euro mostraron su apoyo al Gobierno irlandés, que se ha visto obligado a poner en marcha un programa muy ambicioso de contención del gasto público y aumento de los ingresos para salir de la gravísima crisis en que se encuentra.
José María Aznar, en una conferencia realizada en Harvard, apela a las fórmulas liberales -menos gasto público, menos impuestos, menos empresas estatales y mejor regulación- y a los valores y raíces ideológicas que alumbraron la Europa unida y desarrollada. Insistió en que para recuperar el dinamismo económico y social los europeos deben enfrentarse al excesivo tamaño del Estado en la Economía y a la falta de libertad económica. Propuso que en el futuro se respete más la independencia del Banco Central Europeo, que es el órgano que garantiza la prosperidad y la estabilidad monetaria y económica futura. Además, insistió en que la Unión necesita una mejor supervisión financiera pública y promover la flexibilidad en los mercados, incluido el laboral.
El pasado 13 de Mayo, se realizo el quinto debate anual sobre “el estado de la nación” en España, protagonizada por Zapatero y Rajoy (presidente del PP); en la cual, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acusó a su oponente de no ayudar contra la crisis, sino de aprovecharse de la misma. También le acusó de querer abaratar el despido y de no realizar ninguna propuesta concreta para salir de esta situación, aunque admitió, poniéndolo como demostración de su intención de pactar, que había aplicado algunas medidas propuestas por el PP.
Rajoy se sintió ofendido por esta acusación y recordó a Zapatero que él no dice más que lo que dicen muchos socialistas, entre los que citó al premio Nobel admirado por Zapatero, Paul Krugman. Rechazó la acusación de querer abaratar el despido precisando que no hay despido más barato que los 7.000 que engrosan las cifras del paro cada día y acusó a Zapatero de "mentir" continuamente y de "apalear" y "dar la puntilla" a las clases medias con la supresión de la deducción por compra de vivienda a partir de 2011.
Dicha reunión continuó entre reproches y acusaciones entre ambos políticos.
La realidad europea carece, así, de una radiografía del estado de salud de su sistema financiero. Estados Unidos, donde se inició la crisis financiera en agosto de 2007, ha logrado aquilatar la gravedad de sus problemas bancarios con bastante precisión. Por esto mismo, y con el objetivo de conocer la verdad, la Unión Europea promueve que cada país someta a "un examen de resistencia" para averiguar la situación de las entidades financieras. Se trata de averiguar si los bancos europeos tienen capital suficiente para funcionar sin problemas (y, por tanto, puedan dar créditos) hasta que finalice la crisis. El objetivo que quiere lograr es asegurar que las deficiencias de las entidades financieras no serán un obstáculo para la recuperación económica futura.
Ante la incertidumbre, el comité de crisis formado por el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, y los comisarios Joaquín Almunia (Asuntos Económicos); Neelie Kroes (Competencia) y Charlie McCreevy (Mercado Interior), propugnaron efectuar este test siguiendo el modelo americano.
La iniciativa cuenta con el asesoramiento del Comité Europeo de Supervisores Bancarios. Pero estas orientaciones comunes serán mínimas dada la elevada resistencia de los Gobiernos a compartir dicha información. No hay acuerdo sobre las entidades afectadas, ni sobre las características del test, ni sobre el periodo en que deberán realizarse, aunque se especula el próximo otoño europeo como una fecha límite probable para entregar los resultados.
Líderes de la izquierda europea se reunieron el 12/05/09 en Atenas para buscar fórmulas que permitan reinventar la socialdemocracia y, ante el avance de los partidos de la derecha, afrontar los retos del futuro y combatir la crisis económica.
Impulsar un pacto por el empleo, aumentar la democracia participativa, reformar los mercados financieros, reforzar la protección social, impulsar la llamada economía verde y dar más pasos adelante en la integración europea fueron algunas de las propuestas debatidas en este foro, celebrado a pocas semanas de unas elecciones para renovar la Eurocámara que, con gran probabilidad, volverá a dar la victoria a las fuerzas políticas conservadoras.
Dentro de todo este panorama, el FMI, estableció que la recuperación económica en Europa puede iniciarse en el segundo semestre de 2010 si se implementan rápidamente políticas coordinadas, principalmente para apoyar al sector financiero y devolver la confianza a los mercados. La importancia de lograr una recapitalización viable de las instituciones por parte del sector privado, con apoyo público si fuera necesario.
La actividad de las grandes economías europeas se contraerá un 4 por ciento en el conjunto de 2009 y seguirá en retroceso a inicios de 2010, aunque a un ritmo del 0,4%, según las previsiones del FMI.
Con respecto a las economías emergentes europeas, el Fondo prevé una caída del 4,9% en 2009 y un repunte del crecimiento del 0,7% en 2010.
Por otro lado, el FMI descarta que Europa entre en deflación, aunque advierte de que varios países alcanzarán índices de inflación muy bajos. Esta es un arma de doble filo, dicen los expertos del Fondo, ya que puede hacer que los consumidores recuperen antes la confianza pero al mismo tiempo "una demanda global débil sostenida puede alargar y profundizar la crisis".
Por: Santiago Pinto
Andrea Strauss
Fuentes:
http://www.elpais.com/
http://www.expansion.com/
http://www.abc.es/
http://www.europapress.es/
www.lemonde.fr/