En el mundo político internacional encontramos un enorme número de conflictos, actores e instituciones, que le da mucha complejidad y amplitud al mismo, dificultando su comprensión. Además, este mismo pluriverso no es estático, por lo que aparecen constantemente nuevos factores, lo que hace aún más ardua la tarea de su entendimiento. Este espacio es una herramienta para comprender y actualizarse constantemente. Te invitamos a sumarte a Coordenadas. Sabé qué pasa en el Mundo.





martes, 26 de agosto de 2008

Avances y estancamientos

Durante el último mes se produjeron desarrollos desiguales en las principales cuestiones africanas explicadas en informes anteriores. En el presente, trataremos el desenlace de la crisis política en Zimbabwe, que se extendió durante casi cuatro meses, seguido por lo acontecido en Zambia, con la muerte de su presidente el 19 de agosto. Por ultimo, se actualizará la información sobre la situación crítica en Somalia y Darfur (Sudán).

En Zimbabwe, como ya se explicó en informes anteriores, las elecciones presidenciales que consagraron nuevamente a Robert Mugabe como presidente, estuvieron plagadas de irregularidades, tensión y violencia. Habiendo concluido las mismas, el panorama político era dudoso, con una oposición consolidada pero con un partido oficialista que no daba el brazo a torcer. La situación tomo un curso clave el 21 de julio, cuando se anunció que se realizaría un acuerdo entre el partido oficial, Unión Nacional Africana de Zimbabwe-Frente Patriótico (ZANU-PF) y el opositor, el Movimiento para el Cambio Democrático (MDC) liderado por Morgan Tsvangirai. El objetivo de dicho acuerdo, titulado ‘Memorando de Entendimiento’, es poner fin a la crisis política iniciada en marzo de este año, y así también poder enfrentar la crisis económica (una inflación de 2.2 millones por ciento). En el mismo ambas partes establecieron ciertas condiciones: El MDC pidió que se ponga un fin definitivo a la violencia política, como también exigió la liberación de sus seguidores. El ZANU-PF pidió que Mugabe sea reconocido como presidente, dado su triunfo en la segunda vuelta electoral, de la que Tsvangiari se retiró. Una vez firmado, la idea es que la conducción del gobierno se haga de forma más consensuada, poniendo fin a lo que la oposición considera una gestión completamente unilateral. El responsable de mediar entre ambas partes fue el actual presidente sudafricano Thabo Mbeki, designado por la Comunidad Para el Desarrollo de África Meridional (SADC). Asimismo, los frutos de este acuerdo son inciertos. El 21 de este mes, se realizaron las elecciones para presidente del Parlamento, en el cual la oposición logro un triunfo resonante, logrando que por primera vez en 28 años que un opositor al gobierno ocupe ese cargo. Asimismo, el proceso no estuvo libre de controversias, ya que al menos dos de los congresistas opositores fueron arrestados al ingresar al parlamento, lo que la oposición llamo ‘‘una estrategia deliberada para eliminar a nuestros diputados y acabar con nuestra mayoría en el Parlamento’’. Por cuestiones como éstas es que el futuro del acuerdo político es incierto, como también el desarrollo de la misma situación socio-política.

En otras cuestiones, el 19 de agosto el presidente de la Republica de Zambia, Levy Patrick Mwanawasa, murió en un hospital de París, donde estaba internado desde fines de junio, a causa de una afección cerebro vascular. Mwanawasa había asumido por primera vez a la presidencia en diciembre de 2001, triunfando con el 29% de los votos, luego de unas elecciones plagadas de irregularidades y reclamos. En el 2006 el había sido reelegido con el 42.98%. La declinación de su estado de salud se había iniciado en junio de este año, cuando sufrió un ictus cerebral (el segundo en dos años) mientras participaba de la cumbre de la Unión Africana. Debido a su estado, fue hospitalizado en Paris, donde recibió varios tratamientos e intervenciones quirúrgicas, pero debido a la seriedad de su condición, su estado fue empeorando hasta que el 19 de agosto un miembro de su familia aseguro que Mwanawasa había muerto en la mañana de ese día. A causa del deceso, se espera que su vicepresidente, Rupiah Banda, asuma el cargo de presidente interino según la Constitución de Zambia y que se convoque a elecciones.

Por ultimo, queda rever la situación de la guerra civil en Somalia y de la crisis humanitaria en Darfur. En la primera cuestión, se realizaron avances políticos importantes, si bien la guerra civil y la actividad rebelde parece no concluir. Durante el último mes los ataques hacia la población civil continuaron, como fue la muerte de unas 20 mujeres al explotar una bomba en Mogadishu el 4 de agosto. Asimismo, el 20 de este mes se hizo un avance importante en el plano político al firmarse un acuerdo entre el partido oficialista de Somalia y la oposición, representada por el partido “Alianza por la Reliberación de Somalia”. El mismo, conocido como El “Acuerdo de Djibouti” busca terminar con el conflicto entre las autoridades del país y la oposición. Además, un signo alentador es que las dos partes emitieran un comunicado conjunto donde se condenan, entre otros hechos, los actos de violencia contra civiles, saqueos, violaciones y la piratería. De todos modos, lo conflictos dentro del país están lejos de concluirse, como se evidenció el 15 de agosto, cuando tropas somalíes (aún no se sabe el motivo) abrieron fuego contra dos ómnibus civiles, matando 30 personas. También el 22 del mismo mes los insurgentes islamistas tomaron control de Kismayo, la mayor ciudad del sur de Somalia (que contiene también el principal puerto del país), tras unos combates que causaron al menos 34 muertos. La ofensiva rebelde en Kismayo es una nueva demostración de fuerza, dado su rechazo categórico de las conversaciones de Yibuti que condujeron a la conclusión, el 9 de junio, de un acuerdo de alto el fuego entre una parte de la oposición somalí encabezada por los islamistas y el gobierno de Mogadiscio.

En cuanto a la crisis en Darfur, si bien el 14 de julio la Misión Mixta de la ONU y la Unión Africana para Darfur (UNAMID) afirmó que mantendrá sus operaciones en esa región sudanesa, agregó que el personal que no es indispensable está preparado para su reubicación dado el deterioro de la seguridad en el área. Este deterioro fue evidente en el último mes, especialmente durante la semana entre el 9 y el 16 de julio, donde 8 cascos azules resultaron muertos y 22 fueron heridos. También resultaron preocupantes los ataques a helicópteros de la UNAMID que se dieron el 11 de agosto, los cuales fueron condenados por la misma, considerándolos ‘‘obstáculos inaceptables para la implementación del mandato que tiene la operación’’. La violencia en la región no se detiene, lo cual impide la llegada eficaz de ayuda humanitaria a una región que ya ha sufrido la muerte de unas 200.000 personas (en su mayoría civiles), y el desplazamiento de dos millones de personas de sus hogares.

Por: Sebastián Perdomo