A un año de la asunción de Sarkozy, el gobierno enfrenta una huelga por parte de los trabajadores estatales se manifestaron contra los planes para aplazar la edad de su retiro que impulsa su gobierno.
Manifestantes en toda Francia pusieron en aprietos al presidente Nicolas Sarkozy hoy entre puertos bloqueados y marchas callejeras por la situación económica y los planes presidenciales de reforma. Es que El Eliseo y todo el gobierno enfrentan una serie de movimientos que contribuyen a distribuir y aumentar el clima de descontento de la sociedad francesa con el presidente.
A pesar del leve crecimiento económico del último trimestre del año 2007 y de principios de 2008, distintos economistas aseguran una disminución en el progreso de la economía y que por lo tanto, el gobierno no tiene mucho margen para ofrecer compensaciones a sus reformas y para apagar el incendio social en el que se encuentran diversos sectores en el país. Por lo tanto, para enfrentar la tormenta, Sarkozy puso en marcha una serie de medidas que centralizan el poder del gobierno, pero que sin embargo no son del todo aceptadas por la mayoría.
Entre todas las medidas, la más polémica es aquella que aumenta la edad de la jubilación, exigiendo a la población haber trabajado durante 41 años para poder obtener los beneficios de la pensión completa. El jueves pasado, las cinco organizaciones sindicales más importantes de Francia llamaron a la población a desfilar en ochenta ciudades francesas contra la política del gobierno, en defensa de lo que ellos llaman “una jubilación solidaria” y para exigir al gobierno nacional que “revea la política de retiro que pretende imponer”. Jean-Claude Mailly de la Federación Obrera, esperaba más de 500.000 personas en la huelga y afirmaba que “por más que la esperanza de vida haya crecido, eso no implica que tengamos que trabajar durante más años”.
Para el gobierno, esta decisión ayudara a reequilibrar las cuentas: habrá más trabajadores que contribuyen y menos jubilaciones que pagar. Sin embargo, estén a favor o en contra de este aumento de la cantidad de años de actividad, todos los protagonistas de la reforma de jubilación reconocen que esta medida emblemática no ayudará del todo a solucionar el problema del financiamiento, sino que también hace falta arreglar otros parámetros del sistema, que el gobierno se niega. A pesar de las protestas, el primer ministro Francois Fillon dejó en claro anoche que el gobierno se mantendrá firme sobre la reforma en las pensiones.
Pero la huelga general por las pensiones no fueron las únicas que enfrenta el gobierno, sino que también en una protesta aparte, pescadores en varios puertos rechazaron un nuevo paquete de ayuda gubernamental destinado a compensar los precios en aumento del petróleo, y continuaron con los disturbios en el tráfico de carga y petróleo.
Por: Clarisa Demattei.