Australia entre las grandes potencias
La política exterior de Australia está muy centrada en la región del Asia Pacífico. Sin embargo, su mirada también está puesta más allá de la región, a fin de desempeñar un papel activo en el desarrollo de soluciones a los problemas económicos, sociales y estratégicos a nivel mundial.
Desde su triunfo en las elecciones de noviembre, el primer ministro Kevin Rudd ha desarrollado una política exterior bastante más independiente que la de su predecesor.
Una de las primeras iniciativas de Rudd como primer ministro fue iniciar le proceso de ratificación del Protocolo de Kyoto, dejando sólo a Estados Unidos como único país industrializado en no haber adherido al convenio.
A pesar de que lleva adelante una política exterior más independiente, Estados Unidos aún tiene gran incidencia en su pensamiento. El primer ministro mencionó en Washington los intereses estratégicos y valores comunes compartidos por ambas naciones. Rudd mencionó el Tratado de Anzus, acuerdo de defensa firmado por Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos en 1951, como "los cimientos de la política estratégica" de este país. En tanto Australia considere que Estados Unidos es su principal socio militar, toda señal emitida por un alto funcionario de este país seguirá considerándose una demostración de sumisión hacia esa potencia, incluso en manifestaciones de tono informal. Desde entonces, la influencia de Estados Unidos creció considerablemente. Quizá sea más visible en la cultura popular, mientras la de la ex potencia colonial decayó. Pero también es significativa la cantidad de australianos que rechazan ese y otros aspectos del predominio estadounidense. Hubo gran oposición a la decisión del anterior gobierno de contribuir militarmente a la invasión de Afganistán e Irak. Muchos consideraron que la estrecha relación entre Howard (ex primer ministro de Australia) y Bush era una señal más de sumisión. Esto fue lo q llevo a Rudd al compromiso de retirar los soldados australianos de ese país de Medio Oriente en junio, ya que será mucho más beneficioso para el primer ministro actuar de una forma acorde su investidura y su figura de líder de una nación independiente y soberana y no de un país sometido a Estados Unidos.
En cuanto a otra gran potencia, el primer ministro también expresó su deseo de mediar entre China y Occidente, colocando a Australia en el medio. El presidente chino Hu Jintao exhortó al primer ministro de Australia a aprovechar nuevas oportunidades para un mayor desarrollo de las relaciones bilaterales y para preparar una cooperación a largo plazo.
Hu propuso en especial impulsar la cooperación económica en los temas de energía, recursos naturales, protección del medio ambiente, manejo de servicios y propiedad. Hudd, a su vez, consideró que China es un socio a largo plazo para Australia, y sugirió que los dos países hagan esfuerzos conjuntos para responder a los problemas del cambio climático, el desarrollo sostenible y otros temas globales y regionales.El primer ministro australiano hizo hincapié en que su país está preparado para convertirse en un abastecedor de energía a largo plazo para China, y que espera impulsar las relaciones económicas a partir de ese sector, la producción industrial, el comercio y los servicios. Rudd no teme abrazar al país que se convirtió en el mayor socio comercial de Australia, y pedir que China participe en un acuerdo de seguridad regional, pero también está dispuesto a señalarle sus puntos flacos haciendo referencia al actual conflicto con el Tibet. Rudd reconoció que hay problemas significativos de derechos humanos alli y propuso entablar una discusión franca con los líderes de China con respecto a esta actual situación.
Con respecto a la Union Europea, se comprometieron a emprender una nueva etapa "con mayor densidad" en sus relaciones, especialmente en el esfuerzo por que concluyan con éxito las negociaciones de la ronda de Doha (Gran negociación emprendida para liberalizar el comercio mundial) antes del final de este año. Esto demuestra un interés compartido por Australia y la Unión Europea por que el resultado de la ronda de Doha sea ambicioso, equilibrado y amplio y que produzca nuevas oportunidades comerciales en los ámbitos de la agricultura, bienes industriales y servicios, entre los países desarrollados y aquellos en vías de desarrollo.
Además, Barroso (presidente de la Comisión Europea) y Rudd acordaron trabajar estrechamente para implementar el Protocolo de Kioto y para forjar un mayor acuerdo posterior a 2012 que fije los profundos recortes en las emisiones de gases contaminantes que el mundo requiere. En su compromiso por coordinar con regularidad su trabajo, ambas partes también incluyeron asuntos relacionados con la seguridad y el desarrollo en el este de Asia y la región del Pacífico.El impulso a las relaciones entre Australia y Europa también se reflejará en la cooperación en la lucha contra el terrorismo y la promoción del diálogo y entendimiento intercultural.
Por: Sol Baez