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viernes, 4 de julio de 2008

La definición de la cuestión electoral en Zimbabwe

Anteayer, el 29 de junio del 2008, concluyó el dilatado proceso electoral de Zimbabwe. Como sabemos, el 29 de marzo de este año, las elecciones presidenciales y parlamentarias realizadas en este país mostraron que, por primera vez en 28 años, el gobierno de Robert Mugabe podía llegar a su fin. En dichos comicios, el líder de la oposición, Morgan Tsvangirai, ganó con el 47,9% de los votos, contra el 43,2% del mandatario, lo cual obligó a una segunda vuelta. Durante los tres meses que se tardo en realizarse el ballotage, Zimbabwe se vio envuelta en una escalada de violencia social. Ante la posibilidad de perder su cargo, el presidente Mugabe embistió violentamente contra los miembros de la oposición, tanto contra sus votantes como el mismo líder, Tsvangirai. Durante el periodo de fines de marzo a fines de junio, las fuerzas de seguridad del gobierno realizaron varias redadas a los locales del partido opositor, efectuando centenares de arrestos, incluido el mismo líder de la oposición, que fue encarcelado en más de una oportunidad. Este embate contra la oposición llego a su nivel máximo este ultimo mes y medio, donde la continua represión policial tuvo un saldo de alrededor de 90 muertos (según la oposición).

El presidente Mugabe demostró claramente su terminante oposición a que el MDC (sigla en ingles para ‘Movimiento para el Cambio Democrático’) logre asumir el gobierno de Zimbabwe, declarando que "sólo Dios" podrá sacarlo del poder y que "el MDC no será nunca, pero nunca, autorizado a gobernar este país". Ante la intransigencia del presidente de turno, y la creciente violencia catalizada por las fuerzas policiales y el mismo ZANU-PF (partido oficialista), el MDC comenzó a considerar la posibilidad de abandonar la carrera electoral, para impedir que la violencia vaya mas allá y se ponga en peligro la vida de los votantes. Y así fue. El 22 de junio Morgan Tsvangirai, líder de la oposición, anunció que no se presentaría a la segunda vuelta electoral por considerar que las condiciones imperantes imposibilitaban la celebración de comicios libres y transparentes. Dos días después, el líder opositor pidió refugio en la embajada de Holanda al realizarse una masiva embestida de las fuerzas de seguridad contra la sede del MDC en Harare, capital del país.

De esta forma, Mugabe se aseguró la presidencia por un periodo más, al presentarse a los comicios sin oposición, y ganando con mas de 2 millones de votos. ‘Serviré a este país en el cargo de presidente con esmero y sinceridad. Que Dios me asista’ declaro Mugabe al prestar juramento.

Las principales criticas a lo que fue la situación electoral en Zimbabwe vinieron de los países extranjeros y de instituciones internacionales como la ONU o la OEA (Organización de Estado Africanos). La comunidad internacional califico la elección de ‘farsa democrática’ y declaro que ‘Mugabe ha perdido toda legitimidad como presidente’. El Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, declaro que “el resultado no refleja la voluntad verdadera y genuina del pueblo zimbabwense ni produce un resultado legítimo”.

En otros temas, la situación en Darfur, presentada en informes previos, no demostró mejoras palpables. Los ataques y secuestros continúan sucediendo diariamente, y cada vez es más complicado hacer llegar la ayuda humanitaria a los miles de refugiados sudaneses. El 30 del mes pasado, por ejemplo, fueron tomados rehenes 38 integrantes de la Misión Mixta de la ONU y la Unión Africana en Darfur (UNAMID) por hombres armados del Ejército de Liberación de Sudán (SLA). Los integrantes del UNAMID recién pudieron ser liberados al intervenir un miembro de la Seguridad Nacional Sudanesa.

Hasta que las fuerzas armadas clandestinas no logren un cese al fuego, los refugiados no podrán recibir la ayuda que tan desesperadamente necesitan, y los crímenes de lesa humanidad, que han sido moneda corriente hasta ahora, no se detendrán.

Por: Sebastián Perdomo